¿Otro año más, u otro menos?

 

¿Otro año más, u  otro menos?

   Y ahora soy el motivo de mis errores, el placer de mis aciertos, y la placidez de mi utopía.

   Y ahora rememoro que los años son efímeros.

   Asumo ya unos recuerdos casi relegados al olvido, que ansiaría volver a que se repitiesen, tengo ya una niñez lejana, poseo ya unas lagrimas secas, unos llantos recientes, asumo ya, mucho resentimiento y poco pasión

    Recuerdo unas golondrinas  surcando el cielo, a las que envidiaba y deseaba ser como  ellas,  por su vuelo rasante, y leve inclinación, por su rapidez única, por su esquiva tozudez,  y por su trinar reverberante. Recuerdo cuando nuestro maestro, Don Ángel, nos deleitaba con  una tarde de primavera, caminábamos por un camino cercano al pueblo plagado en sus  orillas de unas florecillas verdes y amarillas, pero no eran las que deberíamos encontrar; nos  apuntaba; Íbamos “Atar el demonio” deberíamos encontrar entre las espigas despuntando  unas flores rojas de color fuego, eran amapolas, las recuerdo, bellas, elegantes, descaradas chuleando  y mirando de frente al sol, eran de un rojo que enamoraba, deslumbrante, atroz, vivaz, y a su alrededor, en  los verdes, libres, impudicos y obscenos  campos, todo plagado  de mariposas revoloteántes,  bellas, dulces y suaves.

   Y recuerdo la lumbre de mi abuela al llegar ese invierno de aceras blancas y Santos inocentes, al terminar las tardes de escuela, precipitaba la cartera en el poyete de la cocina  y me sentaba a deleitar mi manjar preferido, castañas asadas con miel.

  Y recuerdo el calor de los míos y aquellos días de flequillo a ras, escaleras atajadas a trompicones, y noches febriles de Reyes Magos, de “pecados veniales”, de quecas deseadas, de balones compartidos y de canicas “pal gua”. 

   Y son, recuerdos obturados que vuelven cada año, por estas fechas; Noche Buena, Reyes        Magos y algún que otro año añoro, también por Navidad

   Y ya gozo de otro año más, u otro menos, como dice mi querida madre, uno más de ilusión  o de errores, u otro menos de espejismos y de esperanza, uno más para seguir luchando, y  barajando cartas como dice una Ilusionante amiga, de esas que ríen y su risa engancha y  enamora, de esas que son ilusión y fantasía, de esas que continuamente viven con la esperanza puesta en el futuro, pero viviendo el presente “atroz” e ilusionadamente, una amiga de esas que desearía atraerse todo ser bienhechor que se precie de tener amistades peligrosamente HUMANAS. 

  Un año más, para seguir con ilusión cambiando un trocito de este país nuestro, para hacerlo más culto, menos aberrante y mas pacifico, para que seamos más humanos con ellos, con todos los seres sintientes y mas inhumanos con los que no se deberian, ni deberíamos  llamar humanos.

  Y otro más para jugar esa partida que es la vida y otro menos para mirar hacia atrás, y añorar y soñar con lo que declinamos llevar a las espaldas y ya no podremos volver atrapar.

  Y otro menos de ilusión, de fantasía, de recuerdos por los que lloramos y seguimos haciendolo y que “ cansinamente” nos repetian; …hijo, todo lo que hago es por tu bien, aunque a veces me equivoque; no sé hacerlo mejor, …y las lagrimas retornaran a manifestarse, esas lagrimas que ya en su nacimientos lo hacen, dolientes y resecas.

  Y otro año más para el delirio, para el canto y los sueños, para las risas y los juegos, para la tristeza y el amor, y otro año menos para vivir y revivir sueños ya existidos, y otro más, para escoger pliegos y recoger flores, de esa baraja que es la vida, de esos naipes con la que hacer millones de jugadas, pero con la que solo ganaras la partida si sabes delicadamente escogerlas.

  Otro año más de Ilusión, esperanza, de sueños y de pasión, de lucha y desazón, de cielo y de infierno, de tocar las estrellas y de bajar a la ultima sima de las entrañas de la tierra.

  ¿Y un año de menos tristezas, fanatismos, odios, barbarie, guerras; o solo  de ilusión?

   Esta es mi ofuscación.

 Y otro año más, para seguir caminando sin desasosiego, con expectativa y expectación, …”se hace camino al andar”…decía el poeta, y otro más, para retirar yugos y cadenas, puertas y rejas, y para derramar menos lagrimas y encadenar millones de carcajadas.

  Y otro más, para seguir luchando, para que la sangre derramada en la arena sea ya un recuerdo atroz y aberrante del pasado.

 Y otro más  de ilusión, y otro menos de injusticia, y otro más de esperanza y de amor, de dulzura y verdor, y otro más para hacer y no deshacer para crear y no destruir.

   Y otro año más para destilar mas afecto y menos odio, para desplegar las alas blancas y replegar y encoger las negras, para subir y no bajar para correr y no caer, para que corra menos sangre, exista menos sadismos y exista más humildad.  

 Y mi Willy como todas las noches, no entiende; si es Nochevieja, Nochebuena, o los santos son; el solo quiere su paseo y sanseacabó. 

 Y Willy se fue a caminar, y cuando esto terminemos, nos iremos, como siempre,  a soñar.

  Pero inmediatamente como cada mañana, las lagrimas, reaparaeceran melancolicamente  y surcaran de nuevo mis mejillas, ya asediadas de lucirlas casi a diario y constamtemente.